jueves, 27 de noviembre de 2008

LOS NIÑOS Y EL KUNG-FU





El Kung-fu es más que un entrenamiento de músculos y técnicas, más que campeonatos y marcas personales. El Kung-fu educa a la persona, ya que hay que superar todos los problemas del día a día.
El niño a la salida del colegio se acomoda a las costumbres de nuestra sociedad, pero todavía no esta afianzado. Estamos hablando de un periodo de crisis de la sociedad. Surge un desconcierto de si mismo y de ahí una inseguridad y un complejo de inferioridad. Trata siempre de superar estos sentimientos oponiéndose a las costumbres o dedicando su atención a todo lo contrario de lo que aconsejan los padres. Así es como a veces empieza el vandalismo. El niño en una banda se encuentra fuerte e importante.
Aquí es donde el deporte y las artes marciales tienen un papel importante. El Kung-fu, no solo ayuda a conseguir una buena condición física (importante en la sociedad actual), sino que puede ser una compensación contra sus sentimientos psíquicos de inseguridad. Practicando Kung-fu con regularidad, el niño aprenderá a dominar su cuerpo, ya que el esfuerzo físico ayuda a conseguir las metas deseadas, y comprobará que el otro camino que podría haber tomado hubiera sido un fracaso y pérdida de tiempo.

Desde el año 91 llevo impartiendo clases a los niños, ayudo junto a sus padres a intentar educarlos, a veces lo conseguimos y otras no, pero son muchos los padres que con su actitud conmigo me dan las gracias, eso me da muchas fuerzas a seguir adelante.
Es increíble verlos crecer, algunos ya son mayores de edad y les veo orgullosos de lo que hacen o han hecho a mi lado. Aunque para mi no dejan de ser mis niños.
GRACIAS A TODOS ELLOS.
“UN ARBOL CON UNAS BUENAS RAICES,
CRECE FUERTE Y LLENO DE VIDA”

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