jueves, 6 de enero de 2011

CUENTOS PARA PENSAR (3)

La Ley del Equilibrio

Un alumno, decidió aprender Kung-Fu que le parecía ser un temible método de combate. Comenzó pues a seguir las clases con un renombrado Maestro.

Pero cual fue su sorpresa que al cabo de la tercera clase aún no había aprendido ninguna técnica de combate. Solamente había practicado movimientos lentos. Al finalizar la clase decidió ir a ver al Maestro.

- Maestro! Desde que estoy aquí no he echo nada que se parezca a ejercicios de lucha.

- Le ruego que se siente! Declaró el Maestro

El alumno se sentó negligentemente sobre el tatami. El Maestro se sentó frente a él.

- ¿Cuándo empezará usted a enseñarme Kung-Fu?

El Maestro sonrió y preguntó: ¿Está usted bien sentado?

- No se… ¿hay una buena manera de sentarse?

El Maestro indicó con la mano la manera en la que él estaba sentado, con la espalda bien derecha, la cabeza en la prolongación de la columna vertebral.

- Pero oiga! Respondió el alumno, no he venido aquí para aprender a sentarme.

- Lo sé! Dijo pacientemente el Maestro, lo sé. Usted quiere aprender a luchar. Pero, ¿cómo puede luchar si no busca el equilibrio?

- Realmente no veo la relación entre el hecho de sentarme y el combate.

- Si usted no puede estar en equilibrio cuando está sentado, es decir, en la actitud mas simple, ¿cómo quiere usted guardar el equilibrio en todas las circunstancias de la vida, y sobre todo en un combate?

En ese momento acercándose a su alumno, aún perplejo, el Maestro le empujó ligeramente. El alumno cayó de espaldas. El Maestro siempre sentado, le pidió entonces que intentara hacer lo mismo con él. El alumno empujó primero con timidez con una mano, después empujó con las dos y finalmente con el vigor de todo el cuerpo…sin conseguir nada. De repente el Maestro se echó ligeramente a un lado y el alumno cayó a todo lo largo hacia delante sobre el tatami.

El Maestro sonrió y dijo:

- Espero que comience usted a comprender la importancia del equilibrio.

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